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Reapertura

Perspectivas de mercado 18.01.2021

ESTRATEGIA DE INVERSIÓN

ENERO 2021

 

Laurent Denize

Laurent Denize,
GLOBAL CO-CIO &
GLOBAL HEAD OF FIXED INCOME

Además, de los valores de crecimiento a largo plazo, también cabe tener en cuenta los que se benefician de la reapertura de la economía

A pesar de las circunstancias sumamente inusuales que vivimos en 2020, muchos índices ganaron terreno al final, algunos registrando incluso máximos históricos. Dado que la covid-19 fue un shock exógeno, asistimos al ciclo bajista más breve de la historia reciente, con una recuperación económica que fue también más rápida que las anteriores recesiones. Con la aprobación de vacunas eficaces, los inversores empezaron a prepararse para la era posterior a la covid-19. Tras años de prudencia, el apetito por el riesgo ha aumentado ligeramente, aunque sin excesos. ¿Y ahora qué va a pasar?

El crecimiento ha vuelto

Las incertidumbres sociales y económicas resultantes de la pandemia de covid-19 no van a remitir de golpe al llegar a su fin 2020. Sin embargo, ante la perspectiva del fin de las restricciones relacionadas con la pandemia, nuestra hipótesis principal es que la recuperación debería cobrar ritmo en la segunda mitad del año, aunque sin recuperar el dinamismo de antes de la pandemia. Los consumidores deberían compensar el gasto contenido en viajes u ocio y es probable que las empresas vuelvan a invertir más. Los contratiempos en las vacunaciones o los nuevos confinamientos podrían retrasar la recuperación, pero sin detenerla del todo. La inflación subirá, pero se mantendrá por debajo del objetivo de los bancos centrales, debido al exceso de capacidad generado por la recesión. Las políticas monetarias y fiscales en EE. UU. y la zona euro apoyarán la recuperación: las compuertas del dinero volverán a abrirse una vez más con la mayoría demócrata en el Senado en EE. UU. y el plan para la recuperación dotado con 750.000 millones de euros aprobado antes de fin de año. Tampoco es probable que los bancos centrales ahoguen la recuperación, al revés, la apoyarán con sus compras de bonos (con el BCE sin perder de vista los diferenciales de países como Italia y España).

Todos los caminos llevan a la renta variable

Renta variable: Para beneficiarse de esta fase de recuperación, la renta variable es la principal opción. Pero, dada la fuerte polarización entre sectores, la gestión activa es más importante que nunca. La covid-19 ha acelerado las tendencias estructurales actuales en tecnología, salud y ecología. Aunque algunos valores de estos sectores parecen presentar valoraciones elevadas, están convencidos de que las perspectivas a largo plazo no han variado. Evidentemente, hay valores como Tesla, cuya capitalización bursátil equivale ya a la de las diez mayores empresas de coches tradicionales juntas. Ya es muy tarde para invertir en ella, pero para descubrir pronto valores así, el uso de la inteligencia artificial y el procesamiento de lenguajes naturales (en lugar de basarse únicamente en el análisis fundamental tradicional) puede resultar de ayuda, ya que esas herramientas nos permiten cribar datos no estructurados en busca de pistas sobre futuras empresas que se beneficiarán de las tendencias de crecimiento a largo plazo.
Además, de los valores de crecimiento a largo plazo, también cabe tener en cuenta los que se benefician de la reapertura de la economía. La rotación iniciada el año pasado hacia sectores más cíclicos afectados por la pandemia va a continuar. Se recomienda buscar un elevado crecimiento del beneficio por acción alentado por la recuperación, por ejemplo, en los valores del automóvil, la construcción y la banca. Seguimos prefiriendo Europa a EE. UU., pues sus valoraciones son más bajas y tiene más valores cíclicos. Los valores de pequeña capitalización probablemente se beneficiarán desmesuradamente de los planes de estímulo de los gobiernos y sus valoraciones siguen teniendo potencial de recuperación comparado con los valores de gran capitalización. Los mercados emergentes que se beneficien de la recuperación de China o el aumento de los precios del petróleo podrían comportarse mejor a corto plazo.

Renta fija: Con los bajos tipos de interés y el pronunciamiento de la curva de tipos, al menos en EE. UU., los títulos de deuda pública ofrecen un menor potencial. Por tanto, esto deja a los inversores que necesitan carry únicamente los bonos corporativos (tanto high yield como investment grade), cuyos impagos siguen pareciendo razonables desde el punto de vista histórico. Los diferenciales se mantendrán probablemente dentro de un intervalo. Pero los inversores deberían ser flexibles, ya que la ampliación de los diferenciales debido a malas noticias relacionadas con el coronavirus podría ofrecer oportunidades.

Divisas: En cuanto se recupere el comercio global, divisas como el euro registrarán ganancias, mientras que el dólar estadounidense podría debilitarse.

Tendencias

En 2021, seguiremos en un entorno de inversión complejo, caracterizado por una gran incertidumbre. La interrelación de las tecnologías disruptivas, las temáticas estructurales y cíclicas, así como las megatendencias con impacto a largo plazo en la economía harán necesario combinar procesos de inversión tradicionales con enfoques innovadores basados en datos, si se desea descubrir oportunidades de inversión interesantes.

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